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1,8 El Perenino Atlante. ) ,':, de aquellas Islas. Dos fortunas le bufcava a (u hijo aquel Pirncipe, y lamejor era la que el tenia. Dava. a fu hijo para la mas feliz corona, y no fo da'lh\ a G propr io. Mas qucria al Hijo que a (i miCmo. Al patfo que al Santo ie alegra van efbs eÍ'~eran– ~as, le entriftecian las dilaciones. Confolo fe cnton– ccs có bautizar a dos hermanas del Rey,y a muchos Gcnrilcs,y Moros,quc a la luz.deíl:cexemplo, con. figuieron efta dicha. De la ca fa del Rey,fcl va bruta. de torpezas, pudo arrancar el mayor numero de cf– pinas.; que para el dut ño eran flores. Solamente dos mugeres quedaron de tantas : no pudo pafi:1r en el golfo de aquel abiíino, la valentía de fo fervur,m.1s alla de eíl:as dos colunas, en ellas fixo (u Non plus ultra el infierno, fus dos Polos la Laci via. O poderofo vicio! O c iego eílorvo ! LJLIC ímpid ·c~ la viHa a la virtud mJs lince:; qu e dtorb.1s el de(ve– lo, a la vigilanc ia 11.1s Argos. Tu deCcucllo ft: coro– na vno de los mas vorazcs, en tre las íicre garg,1ntas de la Hydra; el terce ro en el numero de fos cabe~as es tu error ; la íin fegunda en el feno d.: los cora~o– ncs es tu cegued.ad . En fin, el Amor impuro para impedir los caminos bucnos,dc la bcnda de los ojos haz c lazo de los pies. La fuavc calma del mar, em– bara~a a la nave el vi,1ge para el punro;b dulce blá– dura de b La(civia, impide al alnu, la carrera para la fcguridad. lnfluycn opudlas, la cfhclla de Vcnus)y el N ortc de la virtud . Por df0 no pudo el Sanro co- duzir