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San Pr4ncifc.o.·Xa'VÍef. 87 dtendo al (uflode impenfodo:1d horror de numero fo. Yaaffalca fu imp.eru los confines ; ya inunda fu mar– cha los camioos; ya en los tremulos pechos fas nue– vas del vezinaaífombro, fon batidor es de los cam"' po·s del remar. -Yael.fonorolo eílruendo de los me-' tale~ yere los oídos,y penetra los c0ra9ones. Ya a[– fombran como a bramidos deBelona, los relinchos del Ca vallo. Ya de la tremenda multitud commovi– das, fo ven levan.taren alto nubes de polvorofa nie~ bla,que cubriendo el Ayre,defcubren ma-iiifoílamen– te el peligro;quando en los vagos lien~os del polvo, fe copian eHendidas las imagenes de la muerte.To· doal fin quanto Íc! ve es luro,quan to fe oye horror,y qua nto corre es llanto.Y a las lagrir,nas en los Niños, fon pafmo mas que coíl-umbrc. Ya en los .viejos eL def"liento,es temblor mas que flaqueza • .Y en las mu– geres el lamentable gemido,es ahogo, y no es tray.. cion. A!Ii con la velocidad de tantos mal es fe via11 entonces aíf,dradqs. los temedio s, que · no.avia lugar, por dond~ .entcaífe,ni .d valor a la,rcdí!l:encia,ni aun, ~l medio-a la Fuga. ~e podra haz.ér Francifco err tanto combate de peligros? En tanta avenida dc:có– fufiones? Hufra,.ó efconderafe el folo? Pera. c.0111()' dexar~ á, J.os auo-v0sr fieles}e~¡,ueílos á· la'crud /rt.1biaJ d~los.b:ar~ws1no menos ar·mados d.C?,impi.Adád para., r-0.b_ar¡e_loro de.la F e,que de. yerro paré\·c0rrar el hilo de la Vida? Defenderalcs 1 inJrcpida~ l?erocomo Vil! pueblo defarm~do ,, · y tc~rofo .poc.;lra. rq(iíl:ü; ., y.\ hazer