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111..\LA· l.ENGUA 57 con la ley en la mano, pero el Padre Jesuita le suplicó que le dejase á i\lala -lengua por su cuenta . -¿Pa zurrarle b badana~ -1Ca ...pote! Ahora lo verán ustedes. En primer lugar, el Padre le llevó ropa de abrigo y comida todos los dias á la cárcel, para que viera que, si Mala-lengua insultaba á Dios, Dios, que era su Padre y que llueve sob re buenos y malos, no se olvidaba de i\fala -lengua. -Eso estaba bien, - volvió á interrumpir Tabardillo . -Yo que lo v1, con estos ojo:; que ha de co– mer la tierra, les aseguro á ustedes que en ja– mas hab ia estado Mala-lengua tan bien cu idao y miinao en su casa como lo estuvo en la prc– vencion por aquel par de santos. Y no crean ustedes que se fastidiaba de estar solo, porque el Padre, que calaba mu hondo, le dió aquellos dias una cosa, que llaman los Hjcrcicios de San Ignacio de Loyola. -¡ Mejor hubiera tomado él un jarr o de vi no 1 -d ijo un chistoso. - Se equ ivocan ustedes, ¡ Ca ...nastos l No todo ha de ser en esta vicia atracarse, como la mula Coronela y el macho Pe regrino, que es lo que mismamente decía el Padre. ¡Conque lim– pias la chimenea pa que no se queme, y no lim-
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