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192 EL PAÍS DE LA GRACIA :'{o hay habitante en aquella comarca, que no \'ista el escapulario, y en cuyo pecho no arda una centella de amor á la Virgen de l·jué; nin– gun t rab ajador empieza ni concluye su faena en el campo, que no se vuelva con l~s demas del tajo hácia el popular santuario, y descubriéndo– ~c reverentemente, no rece una Sah·e para im– plorar el amparo ele la Soberana Reina de los Ciclo:-.. Hallabase Cjué en el siglo \·ur, legua y me– dia más al sur , pero su traslacion fué motivada por la aparicion de una imagen de Xuestra Se– flora en d agujero de la peña que ahora le sir – ve de nicho, y en la cual construyeron los Re– yes de ~ avarra, desde I ñigo ..-\ rista hasta doña Blanca, un magnífico templo á cost:i. de inmen– sos caudales. La Virgen tiene una palo111ita á sus pies, como s,mbolo de la que , introduciéndose fre– cuentemente en la concavidad donde yacía la Santa Tmágen, movió la curiosidad de un pas – t or y oca'iionó su descubrimiento (1). A juzgar por las rd acio ncs de lo:; lZeycs de j\'avarra en los privilegios concedidos á la villa y á su Igle – sia, acudian antiguamente peregrinos de varias comarcas de 1·:spaña. como Valencia, Galicia y llJ El pat:J,1,. que~~ 1:,1111,t, ,ikc e, J•. ~J~"l:c.'I, ~1,,: lbmó Je S:am:, ,i\br1;1 ,le Li.~u:,. t¡th: \!11td1 ,ma \',,.,,;,,n:.;:ui,"'I ,.;i.:11iñ.; ,.,.,,,:.11:.,.

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