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debian correr la hipocondria, la murria y el esplín. Y para más rema char e! cla,·o de tan autori– zada opin ion, no faltó un anticuario arqueólo – go ó dómine . que re,·oi vien d0 los arcl1i,·os Je la familia, descubrió que Corcuera era corrup · cion de Cor-lwo-o, cora1.011huero r-sin meollo, y Ca rvallo, traduc c ion estropeada de Cor-~·a– cuum, corazon cóncavo y vac1c. De tan sabia s explicaciones la gente llana só– lo sacó en limpi o que los Co rcuera s tenían el corazon tan h ueco como una nue7. ,·ana ó una calabaza de peregrin o, y desde cntónccs los lla– mó, de padre s á hijos, los Ccm1:;(111,·s-/111a(IS. E~ PAÍS IJ& 1 A GIUCIA . •I

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