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I 3 1ev:rntc a poniente, que es comun a todos los cuerpos, que eílan fupcdorcs a la a éhmosfcr:1.Tambicn es cier– to , que fe obferva en una elevacion mucho mayor, que la que regularmente fe le dá a eíl:a: el hecho es confbnce, y no fe procede en el por congcturas , fino que con operaciones praéticas fe cald1la. El P. Paul– Jian, Profeífor de Fifica en Aviñon, aífegura, que la famofa Aurora boreal del 19.de Oétubre de 172.6. ha– viendofe viíl:o a un rnifmo tiempo en Varíovia, Mof– cu, Petresburg, Roma, Pads, Napolcs, Madrid, Li[– boa, y Cadiz, por lo menos debia eíl:ar elevada mas· de 20.Ieguas. Mr. de Mairan, con las operaciones de trigonometria, fundadas en la paralaxe , demoníl:ro, que la almra efeétiva de ella mifma, era de 260. le– guas. El lluíl:rifsimoFeyjoo, fundado en las obferva 7 dones de eíl:e rnifmo, aífegura, que aunque la cleva– cion de 'las Auro!as boreales , que calculo fuera diferen– te, las baxas eíl:aban levantadas fobre la fupcrficie de la tierra, a diíl:anciade 100 leguas, las mas altas paf– faban de 3 oo ; pero la clcvacion regular , o mas co– munera d~ ~oo. leguas• . Aora.Rues·? íi la diltanda de 4. 5. o I o. leguasque fe le cia· la parte mas den fa de la athmosfera, es bailante para hJcernos ver en el cre– pufculo la luz del Sol a 2. 3. y 4. horas pueíl:o,una dii: tancia tan·enorme en que fe hal_lan lasAuroras borea– les, nos la puede embiar a qualquiera hora de la noche. Mas por que no la ha de embiar 1.uego que fe pone el Sol, fi que ha de cfperar mucho mas tarde ? ~,e me detengo~ voy a decirlo d_~ un·a vez : quien nos embia la . luz de lasAurorasboreaTes 1 es una nube~ o un pelo- toa