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306 .. ·conversacioúei brc pestilencia , caresda de frucos , que habra mor.. tandad de hombres , _enquienes reynen h:,s hi.1a 10 • res fü:macicos, o sanguincos, o colericos &c. P. Fr. Bert. Señor D. Tcrencio , ne> se b!:in<leeVn 1• tanto en dar asenso á to"fas esas r:izones , po:·que se verá muchas veces engañado ; es ·nrny falible ese Arce , por ser muchas las causas que concurren pa .. ra d efeéto , que se vaticina , y no todas se coni}t ccn , havienáo entre ellas contrariedad. Lo mismo le sucede al Medico , predice la enfer111ed:1d, Jos acontecimientos fornros de <:lb , y las m:is V('ccs le fallan. Y asi , aunque en parte se puede admitir ;il MacemacicoAstrologo , pero no en todo lo que su Arte le previene. ~1ando hace algnnas prcdiciones, no debe asegurarlas, ,t:Omo :1scrcos evidentes, sino corno dudosos , y sos.. pcchosos: v.g. los Astros amenazan carcstia : pues diga el Astrologo : recelo, que este aüo sea cstcril. De el mismo modo de un 11i1ío que nace, diga : sos .. pecho, y recelo, que esta nióo sea inclinado a esto, o aquello ; y que le suceded tal , o tal cosa : pues si rresumiere decir asertivamente , que v. g. tal 11i110 sera JL1jurioso; que morirá [1 hierro, o ahogado, &c. scmej:111re Astrologia la tcndre por sllpersciciosa; pues ~iendo im:iena, y van:i esta ciencia, la quiere hacer verdadera. Cu,ndcse c:I Astrologo de su Arte, no fixe [! los Astros fa vda de el hombre , ni sus :ice iones;.-pues el at bi· trio hum:rno no esta ,lig:1do al inHujo de los Astros: tcn?::i preseme lo c¡nc dice Is:das , cap. 44. E(Joswm p .m!i;;w , inita {tuic-tis s{~na di)•Ínon,e,m , & óariolos m frt;-o,r,;n ):ntm.i, corn,ntrns sapimtf.; rrtrorst,1.n, & g;cmi,mt ccrmn stit-ltmn {r,cims. ~ Los