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Instrutlivas. IV. . 269 p, fr . Bert, Ancc:s de rcfrrir los efcl'l:os de los VoI– c:ines, y años , en· que sucedieron , quiero que vm. refresqne Ja mcmo1ü de Jo gue ld al prir i– cipio de nuestra Co11versac_io11 , hablando del mum~v . subcerraneo, de sus conc:-1b1dadcs , soc:rnos, y rncb:1:;, de que abunda ; de: los sales , ·nitros, bcrnn , for·~ ºº, azufre , y otras parricubriJadcs , de qnc es– fa lleno ; CO!l C.Sta dvcrtCllCÍJ inferiremos al<rO lÍC ' ~ fas causas de los Vo ldncs , set!un pu.cde ra.srrcar nuestro corto ingenio. Rcftrire algunas de fos mu– chas veces que los Volcanes , panicularmcntc d Vesubio ha brocado foego , cenizas, y piedras.· El Vesubio , montafo distante de NJp.oks ocho millas, enrre fas mas veces que ha arrojado fuego, cenizas, y piedras , se refieren cinco veces antes de Augus– to. Por el a1ío Je ochema , en d mes de No– viembre , foe tanta b copia de foego , piedras, y ceniza , que llegaron las cenizas hasta Africa, Egip.. to , y Si1 ia ; causando tales baybencs que . arrny– no dos Ciudad es , y gran trecho de los campos. Rcpicio el aóo doscientos eres , arrojando focgo , y ceniza en grande copia. Lo mismc, en el a1ío qu:t• trocicmos treinta y uno. A1ío quacrocicntos scrcn• ta y dos , fue canra Já copia de foego , y ceni– zas que arrojo' qne obsrnrccio gran parte de 1a Europ.1, IJcgando a Con srnnrinop!:i , donde c:ida .ifio se hacia mcmori:i del suceso. No s<? olvid o de brotar fuego )ns aríos sc·iscicnros ochcnc~1 :,,cinco, novecientos ochenta y m:s , novccicmo ', .1ov_cnr;1 y trcs,míl y treinta seis , mil y treinta y <)cho , i11jj ciento t rcinta y ocho, mil ciento rrcima y nuc:r.. :., mil