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- 21 -· c.,111 el criteri v de su iun <lador. :\rana -Goiri 'taí- Sabin . de acudir :;olos a las luchas elec– torales, sin alianzas ni c,m1ponenda, con los demás par tidos políticos . tanto de derecha. de centro, como de izquierda . Si las normas sabi nian~ so1:, puc::, t:in clara,. ;.cómo puede pretenderse que prescin– damos del problema religioso en nueslro pro– blema nacional? ¿ Pe ro es que e1 prob lema relig ioso no es un problema nacional? ¿ Es que puede haber problema nacional en Eu zka– di sin problema re ligioso? De ninguna manera; y en tal sentido el Kaci onalismo Vasco, o sea el P a rti do Kaeio – nal ista \'a sco. "que-d ice el :\Ia cstr o-es . por fortun a, íntegra mente cató lico y el 'IÍ11ico que puede deri\·arse de nuestra tr adición , no puede .pac tar uniones con los que megan a JAt,;::,.¡– -GOIKUA. rechazánd olo de su programa polí– tico, de su prog r ama nacional. La oportun.idac Este criter io anti unionista ¿ signific:a, acasc;, que el P . N. V . re:cha za el a¡l";10 ,1ue pueda recibir de otros partid os oue lealmenl<• ciuic– ran prestársel .J ,;• 11 cualou ier mo1,·,.,? ¿ Rechaza el P. N. V . cu:ilQ•Ji~r oortuniclad que se le ouecla oresentar de con, .:-~uir una mei ora en el camino de sus asoirn cio11rs ? Indudablemente oue no. E l P . V . es ooor – tunista: pero con su cuenta v razón. tal cn– mo lo apr endió del Maestro, que, en esto como en t odo, nos dió la 1>auta, nos dció r~i:rit~~ las norma~

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