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-t;l- y del abominable desdén do los qti l' cl0bían ; 11 inrnrlo como á las nifl;1~ele sn::: ojos . Sü– o·ún ant es liemos indicado. h't lengua cons- º rituye la manifestación mús típ ica ~- carac- tci'Ística do la raza y Lrn modo de exllibi– ción el mús exprcsíYo de esta r;11.,.1, eomo tal raza . D e·cloncle se sigue que si el enz– kcra ó \·ascnence es un idioma qno no tiene 1·elación nlgnna con Jo·· demás cono– cidos, el pueblo qt1e Jo lwbln y gn,mb como propio, ha de ::;e1· do 1111a t·aza sin afin idades con las derrnís r azas do 1· 1 tiena . Lo cual quicrn decir que on lo; grandes gn 1pos c1 1e en raz<ín á su ,',mg1·0 se diYicle el g<5nel'O humano, el vc1sco no está dcterminade por \·,11·iodaLlo3 m:h; 6 menos patentes . dentro de Ja:::5 í'nmilias, sino por ampl ias y scgul'as Jínet-1::;, que Ajc111 su persona lidad de mouo inconfun– dible. l ,as p1·opiellndes esenciales de la nación , según Tapare l li, son Las i111:1litucio iw1; y o! territorio . Siendo e l pueblo ,·asco de una raza sin– gularísima, que, como tal comurüca sn nota de excepción y oe.iginalidad ú su id io– ma, debía nec esariamente contar para stt

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