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-51- unida sin poder aislarse la de generación ó procedencia que es cardinal, causa do la denominación y que por ello la explica . La idea de generación, procedencia ó sangt·e es la capita l de la nación, idea uni "ersal – mente admitida. No queremos probar esta universalidad con citas do tratadistas, que sin esfuerzo podríamos amontonar, porque el procedi – miento no nos parece convincente y podría el Rancio anular su fuerza, colocándose resueltamente contra todos ellos, ampara – do fuertemente en la autoridad de sn ex– clarecido nombre. Es atestiguada esta uni– versalidad por los mismos Estados que perdieron la nacionalidad, por aq'i1éllos Estados reüidos con la doctrina verdadera porque condena sus atropellos sobre anti– guos organismos nacionales cuya indepen– dencia arrebataron. Pl'Ueban involuntaria– mente la sustancialidad del principio de la pro cedenc ia ó nacimiento en la nacio– nalidad, adoptándol o aunqu e to1:cidamcnte en sus Constituciones, al fijar como prin– cipio general el de que son nacionales lus ncbCidos en su territorio. Irracional confu– sión de derivación orgánica, con la convi-