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- -hi- las nociones <¡ue nos ocupan. ylo ,·ainosá demostrar, aun,¡ue esto desdiga algo del cai·actc::r ¡1011/i/ical. que en nosotros ,·é nuestro regocijante Rcmcio . Empezaremo:-;por dedarat\ que puesta la discusión en el punto on que se halla. la e:onfusión de lo;-; términos patr ia y nación es muy soconida. ¡,nra enredar y embaru– llarlo todo, según hace el eximio escritor carlista, pero <¡ue no es so:;tenible. Xo deben existir en nna lengua y á nuestro jui cio no existen, do.s palabras sinónimas. dos palabras de igual signd icac ióu, por– que una de ellas no tiene raz6n de ser y lo que no tiene raz<ín de :-er, no es. á ex– cepci611del famoso mamotreto . Este honor á los :-,;inónimos. crece en la exposic ión d0etrinal, que ex,igeclaridad y distinción especiales, sobre todo en los tér– minos trans cendentales . por referirse á matetias sustant ivas. En este caso se encue ntran las de patria y naci6n, que P'H' lo indicado no son voces sinónimas, s ino perfectamente distintas . Examinemos el concepto patria . .Declara– mos que la definición de Gil H.obles es la