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_27 - combate, envíe allá un buen cuerpo do ejército que ayude ií. los católicos en su lucha contra tos liberales. ' Si se tt'atara de imitar la conducta como– dona y egoista de I ber . la elección no era dudosa, todos nos cstnríamo:;:; queditos en casa, llorando con hígl'iwas jeremÍ3cas la destrucción r]<>! U>mplo de nuestras tl'adicio– nes; pero tratándose del carlismo, eso no cabe. pOI' no haber en él semejante co1.>:.11'· día; y pOI' prudencia, por el ü¡.'1tllllo de CM · , servacitm 1) el claro conocimiento (le lo !JI/e e:r:i· gm Dios y la Pa;ria y 3d -más la .i1lQJlffr¡luia c~jtólica y castiza, irían los vascos y miles de carlistas á luchm' contra los enemigos d,,1 Catolicismo. Aun siendo grande In distancia que med ia entro Espmla y Bólgica ~. muy distintas las cit'cnnstancias de Euzkadi con Castilla , sin embargo , si los intereses do la Iglesia peligrasen gr:mdcmente por aquel lado, los carlistas sabl'fnn I1clldir á Bólgica, como á otro cualquier punto que la 3nLOJ'i· dad competente lo dem::mdnl'll; sin temOl' á hacer de nuevo locla cl n!'o de sacl'ificios que se les pidiern , 108 carlistas irían á cllnlquicl' pal'le, comu :m: cl'I\1.arlos de los tiempos de San Pccl!'o el Et'mita i'lo fueron (\ la Pnl csti– na; pues mil \'CCCS peores so puoden consi– deral' á los libemles que á las huestes del COI'án y la media luna, y sigue diciendo Iber: