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-19- negable, dadas la natural ambición de los enemigos y la apaHa con que siem– pre han mirado la libertad vasca. Pero yo os aseguro que si para dofender los ii'ucl'os en el terreno legal hubieran gU::ll'dndo nuestros padres la sangre que derrocharon en los campos de batalla ... Si al aparecer las primeras partidas en Castilla, en Cataluña 6 el Maestra1.~O se presentan los vascos ante el Gobwrno de Madrid y le dicen: Señores: á los vas– cos poco nos importa uno ú otro Mo– narca en España; lo que á nosotros in~ teresa es conservar incólume nuestra Constitución histórica con los organismos que en el transcurso de los siglos he– mos creado. Si ustedes prometen y juran no tocar esa Constitución yesos organis– mos, los vascos nos mantendremos en paz y fusilaremos inmediatamente al pri– mero que se alce en armas entre nosotros contra el Gobierno de S. M, ) (liberal), Pero nuestros padres no tuviel'on por conveniente hacerlo segl¡n los deseos do lber, pOl'que 01105 vieron las cosas de muy dis– tinta manel'a que 61 las mira, yes porque si n duda las juzgaron con mejor Cl'iterio y pl'opósitos m¡js santos y saludables que 61. 147 c¿Nada más que la pérdida de los Fue- ros-pregunta loor-debe Euy. kadi al car– lismo? Dóbele también otra desgracia tan

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