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,~ ~·1 obstfoa<la. preocupacion de los p.1rticulares. Hagamos comparacion de un artesano honesto á uno de los ~u.ele desprecian. Ac¡uel nació dcstimi<lo de ro– do aux1!10, y con ?n trabajo incesante desde los pri ... meros anos de su v1d;i , cumplkndo Ja ley impuesta á l~ natnraleza--porsu Auror, st ha buscado su subsisten– cia, ha sostenido una familia virruosa ha dado á la J?acria hijos que la sirvan , ó en los mis~os exercicios, o e~1 las armas, ha conrribuido por su parre á la pros– perrclad del Estado. y finalmtntc ha sido siempre un ciu– dada1:o_util. Este. ~ió la luz pri,nera en el seno· de la opulencia , ha dJSl~ado siempre sus rentas , no se ha ?cup~do en rare:1 tt_td, antes sí ha vivido siempre en J a maccion y l_aoc10s1dad. t Qua( de los dos sera mas dig– no de aprecio? Nuestro ánimo no ·es quirar su mérito á las diversas clases ·de la Monarquia. Veneramos la disposidon Su– prema , que ordena lo.s -\>'ariosrangos y estados. Pero desde .codos el-losbagase · honor á los dignos artesanos. Con s rnuyasd~s en uoa disposidon que 110 tengan que culp:!r el drs:i~o que los eligió para ser los instrumen– tos e.lela frl1c1dad_de. 1~ Patria. Quar.do advinieran dios qu; t?dos los 1nd~v1duos de fa Sociedad, aun los n;as pnoCJpales, les dJStinguian y honraban 1 procur.t– ,ria1~ por su parre hacerse acreedores al aprecio que ex– p_eri_rr'.enrab~n. La fo~rrnccion, el aseo y fa finura subs– rnuman la 1gnora!1c1a, desaliño y rustiquez en que por lo co~lltn se les mira. S~ establecerian para ellos en to– das las gra!1dc-spobla~wncs ca,,:¡s de instrticcion , rn que aprendieran los. d JVcrsos exercicios á que se desti– nan. A todos s~ d~rian anres algl!nos conocimientos ele. mer~t~res del D1bu1o, :'ritmetica y Grnmcrria, c¡ueson util1s1mospar<1 c¡ua~qtuer~ manufactura i que se dedica– se~. Aciemasde la rnmedJata milid,:¡J nue á ellos ce se- ¡ • l 'j guia ut: esre merouo, el Estado tendría en ello co11ccí- tias ve1;tajas. r:s 1111 <lolor ciertamente que en nuem~

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