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'1-7 y re aseguro que no hablarás Cóll tanta des~ergü~nza <¡UCi te verás sonrojado cada momento al reflexionar que ·ig– noras las definiciones mas comunes de ellas ; y que por último te reducirás á hablar rné11osque los Carcujos de la antigua Trapa. No puede Vm. decir cosa que valga nada en este asunto. Sin duda , oh! quando tu lo dices , ce se puede creer; t;u habrás visco esta qüesdon por la, derecha, por la iz– quLrda, por arriba , por abaxo :. tu habrás pesado con una illlparcialidad angélica, todas las razones,, todas las dificultades que encierra, sabes su parre débil, y. tuerce, no dudas del v:ilor de ca<l_a una, tienes medida por li– neas toda la profondidad de mi caletre eruJicional– politico-literario-fiiosófico. No eres hombre de partido. No ••. No dtpcn<lesde ningun gobierno, de ningun cuer– po , <le ni guna nacion. Las costumbres , las Lyes , los usos, las opiniones de todos los.que te rodéan te son i11- EI ifer, mcs. Tu solo quieres la verdad~ - y qaier.e_scego\- .- :tiarce con.. ella. _ Ya iie_scubro que eres un Júpiter , y oo ·un Júpiter sin actividad, frio , .impocenre, un~es.pecie dé Au.romaq como el de Virgilio, sino vigoroso, fuer– te, que ve;, c¡ue obra, que rccompc1¡sa, que castiga co" mo el de Hc; 11ern. Vm. no me convencer4 poP mas que diga. Es i1;dubicable (¡ue esta disposiciones digna del pri– mer elogio; que es muy propia p.ira inquirir la verdad, y m..:receJora de aJoriiar l:\ cabeza del que profiere se~ mejante frase cun la ddicios~ corona de los Asnos~ Somos á la verJad, Amigo 111io,uua mauada.de lo– cos graciosisia1os: corno hablemos, y habkmos 11111cho– como sea!l1os los rira,1:os de las convenciones; como ha, gamos rntr1Udecer á los que nos oyen, nos cretrno,; hom– bres de pro-.:ed1.0~ ¿No: e..s :.V o.i; si.e6tt 'p}t~cer? Y o creo que si; si no lo es, pJci,11cia, pero en esre caso, diga– mt: sú modo .de p,11s.:1r,indíqueme los defectos de mfa