BCC001177-3-20_00000000000000

·185 pues en la realidad son u~as asesinas, no solo de una p,rsona , sino elegeneraciones cnter~s. Pero como el grande objeto de las Leyes ,s preve111~ los delitos antes que castigarlos , establezca Vm. Hospitales donde pue- , dan curarse aquellas infelices, sin qne el público lo perciba , y sin <}Ue puedan tener escusa de su bárbara indiferencia. y a que le hablo -á Vm. de los medíos <leatajar los males que de~truycn la salud , y que di~minuyen la po– blacion , vuelvo á repetir lo mismo que le encargué en mis cartas sobre la Economia política, y leyes crimina– les : · cs,o es <jue tenga . casas donde las muchachas , que han tenido un desliz puedan depositar con seguridad el frmo de una indiscrecion , de una flaqueza , ó de una illipe:u,¡sa pasion , por cuyo medio se evitarán el ,scán~ 1'acion se haya repetido muchaJ veces, dt cuya aurclün ten– .go exem plo m rhi ca1acon mi hijo único; á quim le be ino-. culado tres vues tin que le bayaprendido. A la quarta responden : que vuestra vida es un de.,. pósito ; m cuya eonurvarÍQf' ~ P..ltTi(}I, 'llel/U\ m .,oncien~ ,ia ; por comiguimte , . que. si_rorre ri~.1~0 tslt depósito, - 4tbe, ¡wJ por todo . s lo.s mtdJo.1 qu.e sugur _e la prudencia .ponernos al abrigo de la invaiion que nos ª"· tnaza; ; que 1upu_e1to qtu ha 1m,01trado. la. experiencia, que ltJ inoculacwn eJ el medro ma1 rjicaz para conurvar e;te depóJTto , debe s.:r permiti~a '" !noculackn; y ríltima– ti .'trt te rara no aex1.1rles111/¡r~amnguna, se lt-spregunta: ¿ (u,1/ ae /oJ dos.corre n,·tlJ r1tsgo dt la vida, el qtte es– pera en robuJta uilud que le cojú la virutla, 6 el <JUt ¡ 14 previene haciéndou inocular? ¿ Si de dü1 riesg r;1desiguales , de que ti uno ts intvi– table, eJ perw iti dú r,'egir el memr? Si ent,e do1peligro; de que el une es inevitable la ~a~on., la conciencia , la cari.;;a:.trbristiana, no obligan • wgrr el mer;or r

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz