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:i68 • convencimiento de su error; objeto grande , no hay -d«"' da , pero que no tiene repugnancia alguna con el uso practico que debiera hacer la ocupacion principal de aquella parce de la .f j losofia. ¡ D.: quántos y quan gran– des beneficios no serian deudores los hombres á los ex• ctlentes filósofos de codas Jas edades , si asi como se consumieron en inventar algunos siscémasinsustanciales, se hubieran empeñado en perfeccionar los preceptos de la labranza, arte en que resplandece admirablemente el orden de la Provide1-1cia ! Señalar á punto fixo los perio– dos que guardan las pl~ntas , propagar el conocimiento de sus utilidades, hallar los medios de cultivarlas, dis– tinguir las cierras , y hacer aplicacion de sus usos á las diferentes semillas, acomodar tiempos o estaciones a la nato-raleza de .éstas, sop. ci~rtaUJente noticias y descn– qdmientos mas impertaptes al género humano , que el de l¡s idéas de Placon, o monadesde Lci,bnicz. A este modo se P')Cde consider~r el uso practico en las demas cicnc¡as qtie' escan reducid;is a especulaciones. Ate~~ -~~ gr~odesFi,los?fos; pero icomo . hm:,iera sido aquella t'tl:publ11ca la arbirra de los mares en su mejor edad sin grandes artifices en las arce~ de su mayor uso? ~ l corno~ ptidieran ellas perfoccionar sin que el cntend1m1ento · se desvelase, y la mano procurase obedecer los diera.menes yhallugosdel entendimiento?Des– eugañemonosde una vez: ua Estado debe constar de doc– tos que experlm.enten,ine<licen,ª':edguen y des::ngañen, y de personasque pongan en execuc1on los efrccosdel tra– bajo mental de los ocros. Esta consonanda entre el ma– yor nú1_nero de los.miemb~osda.l Estado, concurre. a ha– c-:.rle rico y floreciente ; sm ella la¡ arcesse exercmmin, l,::ro siu la debi.Ja pcrfi;ccion, Lo,. P. A, .CON PRIVILEGIO REAL~ ' .