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-;)Cl - rrns de Palencia, de In que f LH.' restau– rador . . -\.1 nbr ir su testamento se ,·ió 1..1ue l cariño paternal se había sobrepuesto al interés po líti co y á la unidad necesaria, falta imperdonabl e que cometieron des – pués Fernando J, .Alfonso VI y Alfonso VJ [. El trono de ,\a,·arra dejó ,1 su pri– m0génito D. García, el de Aragón {i don Ramiro, el de Cn stilla á D. Fernando y el de Sobrasbe y Rihag-orza á otro hijo llamado D. Gonzalo. Esta división fué llevada muy á mal por el pr imogénito y no t.-irdó en estallar una guerra fratric i– da. El de Navarra quiere apoderarse ú viva fuerza de la here ncia de sus herma– nos y Jo consigue en parte, apodeníndo– se e.leAragón y de Sobrnrbe. El tiempo que disfrutó ele paz lo dedi có á edific:i.r el suntuoso rrionas terio de Sa nta María de 1\ájera 1 una de las maravillas artísticas del arte románico y que había de se rvir no sólo para casa ele oració n s ino tam– bién para panteón r eal. Invirtió en aque– lla espléndida ohra muchos aüos é inmen– sos tesoros y el monasterio de Nájera fué uno de tos más celebrados de la Edad ~\iledia. Otro hecho de armas de este monarca fué la. conquista de Calahorra, en la. cual la tradici ón refiere que se apareció San ?dittán favoreciendo á los navarros. In s– tituyó también una Orden de Caballería