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-:i.t- contra los mahometanos, á los cuales \·ence en la batalla de Laturce (857). Gar cía !17iguc:.. que le suced ió, entró á r ei nar ele bastante edad. Casó á su hija limena co n D . ..\.Hon:;o lll ei ~lagn o rey de Astui-ias y unido con !ns tropas auxi – lia r es de e-.,te monarca dió varias bata – llas contra la mor isma y en la última pe– r ec ió valerosam ent e D . Ga rcía , en Aibar juntamente co n su esposa. Su hijo Fortunioll,que le sucedió, era joven de raras v irtud es y aspirando á la mayo r perfección de la vida cristiana, hizo renun c ia de la corona en su herma – no Sancho Ca rcía Jl y se r etiró a l mo– na ste rio ele Leire (0;J:'>). Es te mo narca fué verd adero hombr e de acción: duran– te su r e inado pued e decirse que no dió paz á su esp ada: tantas fueron sus con– quistas qu e sería salirnos de los límites de es te libr o si la s fuéramos á rel atar una por una. L os mor os int e ntaron apod erar– se de Pamplona durant e un viaje del rey á la Cascuña, pero D . Ga rcía viniendo apresuradamentelos derrota y además to– mó á Sanso!, To rr es y Los-arcos, que ha s ta entonces los habían poseído. A la primavera siguiente, en nuevas campa– ñas se apodera de L odosa, Cárcar, Mi– lagro y otros pueblos y llega victorioso hasta la confl uencia del Aragón con el Ebro. Dos años después en 91i, conquis – ta Logroño, Ca lahorra, Alfaro, Tudela,

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