|
[Portada]
|
3 |
|
[Preliminares]
|
5 |
|
Cap. I. La ocasion hace al demonio ladron
|
45 |
|
Cap. II. Todo afecto sensual se debe huir por pensamiento, palabra, y obra
|
47 |
|
Cap. III. Del vicio deshonesto
|
69 |
|
Cap. IV. Armase el hombre de apariencias, para simularse mejor
|
70 |
|
Cap. V. Quan perniciosa sea la hipocresia, assi en los ojos de Dios, como en los de los hombres
|
80 |
|
Cap. VI. La carne con su peso retarda à la alma
|
95 |
|
Cap. VII. En las adversidades, y en las tribulaciones conviene la fortaleza
|
103 |
|
Cap. VIII. La Fè es una arma general para conseguir no solo el triunfo, sino tambien, para resistir à las tentaciones
|
119 |
|
Cap. IX. La gracia de Dios pone en los justos firme, y verdadera constancia
|
125 |
|
Cap. X. Debe moderarse un espiritu generoso, y no pretender mas honor de lo que se debe à sus fuerzas mortales
|
131 |
|
Cap. XI. El justo, para serlo, se ha de plantar junto à las aguas
|
145 |
|
Cap. XII. El que no siente las heridas de su conciencia, duro està en su obstinacion
|
155 |
|
Cap. XIII. Inquieto està el corazon del hombre quando se aparta de su fin
|
186 |
|
Cap. XIV. Las passiones de nuestra carne, y sangre ciegan la luz de la razon
|
204 |
|
Cap. XV. De los gravissimos daños, que causa el pecado de escandalo en las almas
|
223 |
|
Cap. XVI. La vehemente imaginacion, consume los espiritus en el hombre
|
246 |
|
Cap. XVII. Los Ricos, y poderosos nunca estàn contentos con su suerte
|
267 |
|
Cap. XVIII. Muy apreciable es la salud despues de la enfermedad
|
288 |
|
Cap. XIX. Temer à Dios es la mas alta sabiduria; y huir las ocasiones, y amar el retiro, es lo que mas importa
|
300 |
|
Cap. XX. Al pecador le castiga Dios por los mismos filos, que le ofende
|
316 |
|
Cap. XXI. El demonio se socorre del hombre en sus mayores aprietos
|
340 |
|
Cap. XXII. Si à pesar de tus passiones observas los Preceptos de Dios, triunfaràs
|
357 |
|
Cap. XXIII. Al dia de mañana apela siempre el perezoso, el dia de hoy nunca le llega
|
383 |
|
Cap. XXIV. Al que perservera clamando le darà Dios lo que le conviene
|
403 |
|
Cap. XXV. El que es avariento, por mas, que le sobre el oro, y la plata, nunca se satisface; todo le parece poco
|
438 |
|
Cap. XXVI. El enemigo descubierto, que avisa de los descuidos, es mas apreciable, que un amigo lisongero, que no le dice lo que le importa, y conviene
|
444 |
|
Cap. XXVII. Las propiedades buenas, ò malas, que puede tener la lengua en el hombre; y los provechos, ò daños, que de ella se pueden seguir
|
448 |
|
Tabla de los capitulos, que se contienen en este libro
|
458 |
|
Fee de erratas
|
460 |