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º<I LA OCASION HACE CAPITULO XIX. Temer a Dios es la mas alcafabiduria, y huir lasoca– fiones, y Jmar el reti– ro, eslo que mas 1mport~. Plenitudo fapiemi~ efl timere Deum. >Ecclc(. c. 1. v. 2.0. '; 98 p L hombre L que dcfpues de arrepentidode fuscof– tumbres envejecidas, quie- ' l . te entao ar una nueva vi- da , fo primer empci10 ha de fer e[ retiro . huvcndo ' J princip8lmenc<.: de ciertos • ' J amigo..; , o c01npaneros, que lo ·que todo el infier– no_por si no puede , lo ha– ce por mtdio de ellos. De– be huir laso:afiones , y pe:– ligros. Eíl:os fon los que ficmprc f~ han de temer .. para no in<.urrir en ellos Las culp:1sleves , aunque no n1aca11 la alma , pero la denigran , y manchan; por ef[1 razon debe ram. bien el hon1bre reprimirfe de ellas : porque íon dii: poficion pararuinas maro– rcs. En todos tiempos t1m~ bien debe evitar b ociofi. dad, que es puerta franca, y abic:rtJ para codos losmales. , , 9 Arni~oJe\a\r~1a: {i íegun los ud collos de dta vida , y los Llzos, que previene el m:1; tL:o , no te empeí1ares :1. vivir quanto puedas retirado ; mucho podras temer , q~1c los propcfitos , que hicieres de huir los peligros, fem inutilcs , y de ningunva– lor. No te digo , queno trates; pero procura evitar el comercio de los mun– danos quancopuedas. Aun todavü) te lo dirc mas cb~. ro:

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