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2 3 .2. r. ·. LA o:cAsrcN HACE le atropellar con el pundo:. arra) f??!.fa, es un in6er,fo nor ; y la honra, no pL1do,~\ mucbo fe dl:iende fo po~ uo pudo amanfarle, ni fo- cer. ( e) La razon es; por– jetJrle fu obíl:inacion , y gue aísi como el que eii– durcza. (a) tr:1 en aquel abiímo depe- 3 6 2. Q!e bien San nas , y tormentos , no pue– Clcmen ce Alexandrino, di- de folir de el; afsi cambien jo a efte fin unas palabras, una coíl:umbre arraygJda como fuyas de muchapon- en el alma, es un infierno deracion , que realzan, y no ay fuerzas para falirde exageran el poder , y la elLa , y ponerfe en libertad. foerzade una malacoíl:um- ; 6 3 Pues amigomio bre: huyan1os de ella, co- cbarifsirno : a ti ce digo; mo de un efcollo muy pe- mira, que contigo hablo: ligrofo; huyamos todos de quando te hallares conva– una tan fatal , y miferable tido de alguna ciega paf– borrafca, en q1le inumera- Goo; no aya <lefcuido, no bles almas han naufrag::tdo, picrd.1s tiempo: enema;por– y perecido. .Ellaes la q~~e qJc d demonio es a(tmo, haoga a los hombres , los y Ctgaz. Al principio de la aplrta de la carretera dd pelea, fo han de atajar ef~ Cielo , quirales la vida del tos afodos, y cerrar el paf– ~lma) y íoslleva a una con- fo a todos ellos' haciendo– denacion eterna. (b) Una le frente con efpirirnvaro– coilumbre envejecida, y nil, dandole con la puerca en (.~) .1'.!huc m.diri,t 110n deferit, quem i-'1íJ poffederi1t p,mtt. (b) F11gia1;111s confuet; [,-,,¡l'm ~ f11:1.mms ta;u1u,im Jcopulwn difficilcm, quia b(mttrum efl, ~ku1. Altx. ~ orar. exon, :i.d g~m. (e) B?.ra1rum ejl ionfam1d11•

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