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AL DEMONfO LADftON. "r-7". 7 1 pa,' que oprimido de un abiímo de llamas , nunca jamas podraparar' ni tener foísiego. (a) Quien de vo– Íotros podra por fiempre, y para íiempre habitar con un fuego abraífador? 2 S 9 ChríílíanoLeél:or: {i llorasverte condenado a una muerte civil, y afren– tofa ' que fera.verte conde– nado a unamuerte de éter– na perdicion ? Que dices? Q!e me refpandes ? No lo ficnces ? Parece , que no; porgue L1 tienes olvidada, y no lo conGderJs, ni ce paffa por la imaginacion, que ú lo rumiaras; eíl:oes: fi lomeditaras con la obli– gacion , que en eíl:a parte te roca; fin duda, que te doliera verte condenado a tormentos tan acervos, y te llegaría muy a la alma el haver injuriado, y ofen- dido a un Seí1ortan gran~ de, y tan digno de fer ama– do de todos losAngeles, y los hombres, y propufrerJs la enmienda por no caer en tán terribles llamas. 2. 90 Aprovechare de aquel confejo tan faluda .. ble, como fuyo, de San Aguíl:in , y cotejá dl:as dos cofas entre si;la 1nuerte de el cuerpo, que paífaen un punto, y la de laalma, que dura para fiempre : temes ]a muerte del cuerpo, y haces de m parre quanto ' pueaes , para que no re venga; y no temes la muer– te del alma' ni te fo da nada, que llegue eífe cafo. La muerte de el cuerpo ha de venir, 1nal que te pefe: la de la almanunca te lle– gara' {i la temes , y b 1!0 4 ras. Pues dime, que razon ay para que fiendo Chrif-. . . · . tiano,' (a) R!!_is pmm '1alntare d wb'is cum ignt dHqranu ~ lfa.i, c. B• v. 14