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LA OCASION HACE 2. ; 1 Conclu1 el capi- tulo ; perono íe , fi he con– feguido tu remedio , que · haviendole mendkr eíl:e, tu voluntad de poco fer– vira , que todo un Medico Celell:ialte aplique la me.. dicina, fi la voluntad, du– ra, obíl:inada , · y rcvelde, .}a refiíl:e. Y pues fois,Sei1or, el Medico de nueíl:ras al– mas' alumbra tu a los unos, paraque vean el eíl:ado fa– tal en que fe ven caldas: excita, mueve, anima , y alienta a los otros, para que facudiendo· tambien de sl mifmos d pefo tantomas in– tolerable,quantomas vano, alfeguren füs almas de la mas lallimofa efclavirud. Dales una i;efolucion conG:anre, y .firme , para que rompien– do lazos tan peligrofos, buf– quen en ti , folo aquel lo– gro , que fobre[er infinito, ~s eterno ; y halla1nos en los incendios de tu ch~ri:. dad , la falud ; en fo\atu gracia, lavida ; y de ambas la feguridadde aquellaPa~ tria Celefüal. CAPITULO XIII. INQ) IETO ESTA EL corazon de el hombre, quando fe aparta de Íu fin. Cor impi, jicut mari fer~ "Vens , c¡uod1uiefcerenon poteft. IfaL cap. 5 7• v. 2.0. 2. 3,. skmpre ha ig- norado el hombre , que es lo gue le importa , y conviene fu pcregrinacion : porgue los dias , los mefes , y los aí1os , fon corno una fom– bra , que luego fe paífa; ~ no pienfaen otra.cofa,que en .