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98 Epoca¡·¡, Rt'st ,1 'aim . J¿ Í()S (¿1:1:nt. y sdcriÍlcios. Aun qu :rndo p1)r nue5tra tib kza ten– gamos neccsid:ld de excitar Ir. m·~moria con la presenc-iade lus.scpulcros, t, que medio m1s eficaz y oportt.:no, como colocarlos en l•>S Cem-tmerius fuera de las pobbciones donde sean vi scos de todos? Qu antos entran en los pueblos, ó salen de ellos al trabajo , al paseo, y por qualquiera motivo que sea , es prcci~o que vean los Cementer ios, y que á su vista se acuerd e:1 <le encüme,dar á Di lH a los que en ellos dc.:':,Cansan, y de que allí les e::pera el tér– mino de su carrera, donde los cuerpos han de vol– ve r á su princi pio y resolverse t:n polvü hasta el día de la Resurrec cion. Uno de íos moti\·os porqu e el Emperador T eo– <losi,) mondó extr.1··r to L~,>i'> l1J" sept!lcros de la ciu– dad, y de los nórti<..:os d~ los t1..n~plm es, como se expr esa en su Decrcw . 1 para q11e colocado<; en las entradas de la cimbJ, J1rnde es in,Jisp~nsable su a specto, ofreciesen á lo:; h0mt,r ...:sla irnágcn de su mort::i litfad : ut humauít ,1tis i 1st ,1r e:x:hibr::cwt •. Por la misnu ra z·>n c,>locaron los R,¿m~nos sus sepul – cros á lo . l argo de lu·, c:uninns segu n Varron : Se· puichra id.:o si1cuntfow ·vicl:u, qttO pr.e!ertm1ti1s ad . 1mmeant , et se -fuiss.1 , et illos ?sse mortales ( r ). Y San Juan Chri sóstomo en el lngar citado en la época llf. afirma , que en su tiempo se ponian los sepulcros delante de las puertas de bs ciudades, y en lt)S campos para avi sar á ll)s mortales su fin, y la nada de los placeres , poder y grandezas de la tierra . L os Cementerios de Roma distaban algu· nas ( r) Varro. lib. 5. de li11g1M lntin a