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~11 d figlo XPIII 8¡ fin de darle mas profundidad , emprendieron esta obra tr es sepultureros : dos de ellos acometidos de opresion de cornzon, vómitos y convuls fones, tuvie– ron que abandonarla, . y el tercero que la prosiguió murió al décimo dia ( 1). En . Riom. ciudad de Fran– cia, de resulta de haber cavado la ti erra de . un Ce– ment erio sin estar los cadáveres bien consumidos, se encendi ó una fiebre epid~rnica, que hizo grande es– trago especialmente en las casas próxim:is al Ce ... rnenterio . Mr. Maret que refiere el suceso , aiía – de otros dos muy semejantes, acaecidos, uno en Am– bert, y otro en Saulieu ( 2 ). La Historia nos refiere b:istantes exemplares de pestes origin adas de la putrefaccion de . los ca – dáveres de los · soldados y caball os insepultOi en las guerras (3). Arist ót eles acon sejó por esta causa á Alexandro despues de la . derrota de D.irio, que se retirase pronto con su exército del c~mpo de batalla. San Agustín y S.111 Gerónimo hablan de una peste cruelísim a cau sada por los pezcs que a r· rojó el mar en mucha copia a sus costas , y se co r- rom- (1) Mr. Vicq. Essai sur les sepultttres, pag. 1 I z. (2) Mr. Navier opi111 en el lt1g:ir citado, que son pre– cirn, diez aÍ1os sin ent errar muerto alguno para remov~r 1a tierra de los Cementerios abandon.1dos , y darles otro nso. El Parlament o de P:1ris en su D;!cr eto de 176 5 . en que prohibe las sepulturas dentro de la ciuda..i , señala cinrn aiíos par~ el expresado efecto : espacio br eve y peligroso dice Vicq d' Azyr , bien que conforme al mismo D ecreto debe preceder el exárnen y parecer de los l\'ledicos. Vicq. Discours pt'eJ;min. (3) Lucano. lib. 6. 4 v. 88. Amiano iJida de Constantino Il1agno.