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en el siglo XPI !l . 8r El Remense tU. de sepulturis, ordena que ninguno se sepulte en las Iglesias sin el permiso de los Superio– res, y previene á estos, que no sean fáciles en conc~e– <lerlo( r). El T urnnense, y el Burdigalense celebrad os en el ano r 58 3, otro Burdigalense en el r 624, y muchos mas que pudieran cüarse, prohib en sepul– tar en las Iglesias , bien que con algun1s exccpcio– -nes , mas ó menos amplias (2) . Finalmente el Ritual Rom:ino de Paulo V. m.rn – da, que donde permanece la antigua costumbr e de enterrar los muertos en los Cementerios se mantenga. y donde no la hay , si es posible, se resta blczc:1: Ubi vig,3t antiqua co11suetudo sr1pdie11dimortuos in Ca. 1 - mete,~iis, retineatttr; et ubi fiui potest, restitu ,;t 1ff. Pudieran citarse muchos Concilios m:is, y un nu– mero prodigioso d<?Constirnciones Episcopales, que se han opuesto al abuso, y tomado sabias opor– tunas prov idencias para suscitar b disciplin:t a nti– gua, y restituir á los te;n¡)los , que vemos con– vertidos en Cementer ios , el decoro , respeto, y hermosura. Cüncluy:imos pues de todo lo expuesto ert la pre– sente J poca, q.ueaunque el abuso, impelido de la pie– dad indiscreta, y del orgulfo de los fieles, y de la i.l va– ricia de algunos Ministro ; (JU~ no se han arrcgla - I~ <lo ( I j Omne;; C'hrjsriani , quibm 5~pu ltnra l'On est inter– l~icra. i:1 cu:mecerii~ , non antcm in Eccle sii, ,;('pelia111ur, nisi force de consrnrn S,q-eri 1 )ru111. Snpcrior1.:; ~ i.1 l1'lll n,m passim omniuu~ i,I privileg,i concrdílnt. Conc. Remc11. 111;•• 110 1583. fa' Co11c. Bur.!; (1lt •11. wp . 30. tmno 1 s'13. Cor.r. Ta-, ,,.. ,. r,1p. J 3, r .¿';.-,;: .. u;~zo.