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6 consultado ·con los mejores J\,1Jdicos de la ciudad y con otros Fí sicos y sug etos ilu:>trad ,Js , y son po– cos los que no h:in reco:10:iJ0 p')r c:rn'n , á lo me– nos par cial, de bs refc ri ,bs d:.!sgr.1cias las e:n1na– ciones cadav ~ricas, que c0n el calü r del gentío d.e-– bian fermentarse y cxh:1!ar con ab~nJancia. E 5tos so:1 los m 1ti vos q ·J~ m~ h 1:1 excitado y resu elto á la publicacion de este escr iLO.En él se repro ducen ·r arios hechos, y doctrinas que se ha! lat1 en los anteriores , por ser unas mismas las fuentes de donde las han to :nado quantos han tra tado el asunto ; y no seria jus to omitir lo:> cánones- de los Conc ilios ., las decisiones de los Papas, las auto– ridad es de los Padr es , y los decretos de los So– beranos y Obispos, en que consiste la principal fuerza, porque se hallen alegados por otros Autores, que ha n tenido la suer te de publicar ant es sus obras. P retendo sin ·embargo tratar el punto con ·algunas rcfL,xlones originales, ilustrarl o con var ias e ;pecies no publicadas en los escrit os d~ esta natura leza , y exponer con mas extension la do<:frina de los Pa – dres d·~ b Iglesia. sobre b utilid ad que puede resul – tar á los fieles de enterrarse en los templos, que es el punto mas di recto y esencial para comb:1tir y desvanece r las preocupacio nes del vulgo . Puedo ase– gurar, qu :::he aplicado al desempeño de este objeto todo el estudio, exactitud y vigilaneia que akanz :1r1 mis fuerzas, exArninando originalmente en sus fuentes los mas de los Autores que se alegan, tanto s:1gra– <los coml) pro fanos. Por lo menos se <.kberá admi– tir el ze!o con que deseo contribuir al rest:.iblcci– miento de la disciplina antigua relativa á los Ce-, mcn-