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flJ los ttes prim!ros sl,!?,".'os. 2 5 d.e ellos , á fin de qu e lus j ó\·cn~s criados p:trJ. la guerra perdiesen el temor á la muert~, di sip:1.– sen la preocupacion comun á otros pueblos de que– da r inmundo el que tocaba los cadáveres, ó pas:1- ba por los sepulcros , y para ren onir b memoria de las hazañas de. sus mayores, y estimularlos á su imitacion ( 1 ). Li.s cenizas de algunos Héroes que leemos depositadas en los templos, no es porque se hubiesen sepultado en ellos , sino porque elevados despues de su muerte al Apoteosis en que eran con– sagrados po r Di oses , unas v eces por el pueblo su– persticioso, y otras por el Sen:ido Rom,:rno, qL1e co– mo dice San Ju an Chrisóstomo se arro gó esu ::rn– toridad (2); sus sepulcros eran venerados, y se con– vertían en templos, siendo el número de estos igual I J al de aquellos, como noto el Poeta Prud encio en el libro primero contra Símaco : Et tot templa De11m Rom,-e, tJ!!Ot ilJ ttrbe sepu!cbr:z Heroum nu11Jer.trc licet . Ni tuvieron otro principio que este los templos de los paganos y la misma idolatría, segun algunos in~ vestiga dores de la antigit ~d<td (3). Lns te st invrnios alegados prueban con evidenci4 dos cosas : la pri- D n,c- ( 1) Pin tarco en su -.;ida. (z ) Hic cni111 ( Sc11at11s) hanc hahebat pote.:;t;:item, Dwi cre,1ncli , et ckcernendi . Chrisost. homil. 66. ad pop. ~, hom. 26. in z. ad Cor. (3) S. Clemcnt. in protrep. Arnob . contra Q,11. lib. 6. Gi– ralcti, de D iis Gt)il.syntag;ma I 7.