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1 no r:r,ora rr Re,tal!a-im . de les L"cmenc. n:t1<:ho ia -:ndicia .:E' !e,:; q1.,;e las conc~dan, ó de alguno de ~us inferiores y subalternos, á título de escritura, sello , gr;titud, limosna , ó ,1ualquiera otro, por re– moto é indirecto que sea, Sin esta condicio n se-– ran inúLi!es todas las providencias que se tomaren; porque quedaria ::ibierta la puerta por donJe tantas veces se ha introducido la relaxacion de la discipli– na antigua, y se podi:i temer , y aun asegurar, que con el discurso del tiempo llegaría el abuso al últi– mo exceso, como en nuestros dia'!. No basta reme– d iar el mal , si quedan intactas la raíz y- causas que tantas veces lo han reproducido .. Desprendámonos pues de toda preocupacion, ,ntercs y amor propio . Consideremos la dignidad y excelencia de lo5 Ccmcnt;:rios , samifü::ados por la 1glcsia con especi;.1lcsbc-n·.:l ic:,)ncs par~ sepultu ra de sus hijos difuntos , donde dcscansa11, y duermen d sueiío de la muerte hasta el dia último en que han de r-:-sur it:tr á una \'ida g!1,rinsa, y 00ndc güzan de tod::ts las \'Cnt:ij:is espiri1uales, que gi,zarian en los templos ; que ello~ fu~rot, en los primeros siglos, dignos sepulcrns de los l'vUrtires , y de los Sumos Pondfices ; que ~! nue~:o rcgbm~ní:n no es mas que ren<>var la discipl ;na antigua de l.1Igl esia, observa – da por muchos siglos y reclamada en torlos por los Obi spos y Co~ilios. Consideremos finalmente que en el nuevo plan interesan la rever .encía , decoro, hermosura y limpieza de los templos , y la salud pública; la rcligion y el estado, y se nos hara facil qunlquiera sacrificio. Los Cementerios deben estar con mucha decen– cia - "· ......