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J o Epoca l. Práct ica del Pueblo de Dios Dic ho s~pulcro, ampliado con nue\"as excavacio– nes y túmulos, Yino á ser el Pant eon de los Pa – triarcas, y personas mas ilustres de la cas:i de Is– ra el, y el Santuario á donde pcregrinab:rn de toda Jud ea para cumplir religiosamente sus promesas y \·otos, como lo obsenan los Expositores sobre el capitulo 15. del l ibro 2. de los Reyes ; en que se r cfi~re, que Absalon para ausentarse de la Corte . á fin de disroner la rebelion' pretextó' que iba á lkb rnn á cumplir cierto voto , que habi a h:echo estando en Gesur, ciudad de Siria. Joseph or'de... nó á sus h ijos en su testamento, que t raslad a.sen sus huesos <le Egipto á la tier ra de promision, quan– do el Senor los llevase á ella, lo que cumplieron dcspucs de muchos años ; y aunque no fue sepul– tad o en Hcbron con sus padres, pero lo fue cerca de Sichen en el campo que Ja cob había compra– do, y le dcxó de gracia especial en su testamen– to ( 1 ). Raquel, madre de J oseph, fue sepultada por J acob su esposo cerca de Bc:en, entonces Ephra– ta, en e l ca mino que va á Jeru salcn (2) . D~bora, Nutriz de Raquel lo fue debajo de una encina, que se llamó desde entonces la e11ci11a dd /ln11to (3). Todo lo dicho , mcnns la traslacion de los hue– sos de Jo seph, aconteció en la ley n:itural desde Abrah ln h:.ista Moyses. En b ley escrita nada se estab.lcció acerca de las sepulturas, que fuese con– trar ío á esta práctica, la que no solo se continuó, sino que aun tomó nuero rigor y fuerza con una (z ) Gt"n. r11p. 48. v. 22. J i~nc cap. 1q v. 32. (2) Gen. cap. 35. v . 19. y 20. (3) lbid. v . 8. ley,