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NOT A Esta réplica al discurso de D. Junn V,ízquez de Mella, fué pre– parnda en el mes de Junio último, aplaóndnsc rn puhlicnció11 hasta el dia de hoy, {t fin de q ue coincidiese s11 :1parició11 con la Asamblea regionalista, mauro-carlista, (\e Asturi:is cuya celebra – ción se anunció para el mes actual. Hemos entendido lus 11abam1s 4ue estúbmnus méis obligados que los demás uaciona:istas vascos ü rebatir el discurso de Me ll a; porque este ha osten!ado en las Cortes espaiíolas la representa– ción de los distr itos nabarro s de Lizarra y Ao iz y de la Circ uns– cripción de In11ia y siendo todavía diputado por esta últim a pro– nunció el discurso i\l que contest.imos. Los carlistas nabarru s sacaron ;í Mella de la obscuridad cte una redacción ele peri ódico y le hicieron prohombre ll ev¡'1ndol e reiteradamente al Con~reso espaliol. L a rcnuncin que en Julio úl– timo hizo del acta de lnnia, al optar por ta de Oviedo, en la prime– ra oc;1siú11 que se te ol'rcciú etc ser diputado por votos 110 11aba– rros, demuestra, con l:t elocuencia aplasta11tc de los hechos, hasta dónde llega la grat itud y corrección del or.idor gallegc,. Si en la próxima contie 11cla eledora l carece, como es lo probable, de dis– trito seguro fuera de Nabarra, 1:ometer:i el i11calificable rebnia– miento de volver á solicitar los ,·,>tos nabarros que despreció al optar por el acta de Ovicdo. Es decir que para Mella Nabarra es la cenicienta obligada .í sacriíicarse sie111prc;sin que ü él le li gue deber alguno, ni aun de cortesía. ¿Cu.indo se conve11ccr:in de esto nuestr os co111patriotns los carlistas nabarro s? lrmia 1. 0 Octuhre de l!ltv.

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