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- 2-1 - de: nue stra personal id:>d ,wci(),ifll . la lin giiísti ca rom¡,or(l(la nos lw di cho que nuestr o id ioma 110 es 1111 dialecto latin oitle, ni siquiera 1111ade las len guas del gru po indo - europeo ni del semítico· sino que, lej os y apar te <.letodos esos id io mas, ti ene una ,·i!<uro~isíma é irreductil1le per sonalid ad. La et111,logia 1·rn,1 ,,,11wl,1 11us ha re\'l:– lado que no ten emos parentesco racial alguno con los clel Sur ni con los del Nor te, ni co 11los del Este ó del Oes te. sino que co:is– tituim os los vascos un • isl ote étnico , cuyo origen y existenc ia siguen siendo u11mi sterio y 111prnhl ema para a11tropólogos, etnó– grafo s y lin güi stas ; pcm ese mi~nw 111isterio y ese mi s11111 proble- 11w,por s11grado de irr edu ctibilid ad, af irm an m ;is y m,is nu estra pers onalidad racial. El estud io de l as institucione s ,.,JI"/''" 111/,,s nos pru eba qu e l as nuestras, por su uri ge11 y car,icter, se distin – guen perfe ctament e ele las que los roma11os legaro n ú su ant igua colonia hispf111ica, de las que los godos im pusiero11 ,i sus siervos los hi spano-rom anos, de las asamb leas epis coprdes 11de otro ca– r.ict er que se reuni ero n en diversas comarca s espaiio las por nece– sidades del mom ent o, etc., etc .; ta111biénen este p1111tose aíirma decidida 111e11tela persona li dad ,w,·io11al vasca . El l!Studio del folk– lore comparado ha probado 11111y recient emente qu e el art e musi– cal vasco, si prese11ta alg1111 pareddu co n la mú sica pop 11lar brcto - 11a, ,o.alesa, 11ornc ga ó fi11la11desa(ya di j im os q11edesd e los prim e– ros ti empos de In Edad Media n11cstro s nav egunt es vascos han frat erni zado co11 los pueb los del Norte), no ti ene en cambio ni 1111 solo punto del 111éiSdébil contacto con la música espa1iola de nin– guna de sus regiones. D e ese est udi o co mp arativo si\le, firme é inquebran table, la convicción 1111estra : X/láó11, 1\ ·ació I c<1sca. Y de cv11sigu icnte: Nac.:io11aliS1J10 C/1$(' 0 . El sei1or Mella t ermina este pürraí osépti lll o de su pernrac io11 co11 1111as inui gem•s de ,írb oles y de bosques, qu e, co mo todas las figu– guras retóricas simil ares, 110 prueb an 11ada abso lutamc 11te, y so11 susceptibles de ser ret orcida s y revu eltas co ntra la misnw teMi a que se pr ete11desustentar con ell as. Podemos repetir 11q11i la ex– periencia pract icada co n la image11 hidr ogrúfica de l sc ,for J\\ella, segú n lo visto en 1111estro pürrnfo anteri or 111. Y e11eic ct\J: s11po11gal!l os, por 1111 mom ento, qu e el se11or M ella quisiera soste ner l a te sis contraria tle la qu e en su discurso sus– tenta. La misma i niagen de .irboles y de busques. conve ni ent emen– te v 11elta del revés, le serv iría para s11sn11cvos fi11es. En lugar de liablar de lo s ,írbo lcs que tiene 11sus rai ces en la mi sma tierra y sus ra 111as en la mi sma atmósfera, podrb , con igual ú may or \'Cr– dad. afirma r que para la vida lozana y rob11sta de 1111 ürb ol es de tod11 pnnto necesario que esté separado de los demás, c11 espac io (1) X l. La lli<lr(Í11lfra y el rcgio1111lis,11v.