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- 15 - del cual hemos hablado ya, t an arraigado en el alma de nuestras clasespopu lar es que ha dad o origen ;'1leyenda:-, consejas y , pro– fecias,, que son la exprel-.ión de esa e~pecie de r.,. mística que profesa la nacio nalitlad ti •: En cuanto ;'i afccl\ )S'.afi~i oncs y atra~– ciones, la verdad es que a nosotros los ,·as..:os¡amas nos lrn atr:11- do el M ediodía ni el Mcd it err:\11eoco11sus ribercitos 111:is ó menos melanizados. Nues tras afinidad es, nuestras alk io11cs h:111estado siempre hacia el Norte, donde hemos fraternizado desde a11tiguo con escoceses y escand inavos, con bret ones é i11gleses . · i Tradic iones íunda111cntales •!.,... ¿Y cmíles más íundamcnta– Jes, más hond :1sque la rnza y el idio ma propio? La rnz:i, , conj u11to de caracteres físicos y mora les, irrc11. ~111i.si/ , tc•;; ¡1nr ft c•r1•11,·i(1, que distingue11 á los dif erent es gr upos h11111anos • , 110 es m;is que pura tradi ción, y tradi ción f u11dame11tal. Lo mismo puede decirse del idioma, que es algo müs que 111 signo étnico exte ri or. Y por la raza y por el idioma, nosotr os los vascos tenemos u11a personalida d nacional • inc onh1ndibl e• , segu n atest igua n de consu110la Antro– pología, la Lin giiis ti ca y el cu111únsenti r de l as gentes 110 int ere– sadas en confu ndirnos. Ni nguna de estas dos 1rrul icio11 !.; (1111clet- 111e11talcs nos es común con nin guno de los cle1mis pueblos penin– sulares: <2> ni con los semit as de And al11cia y de Leva nte, ni con los celtib eros(¿?) del Centro, ni con los s11avos y alan os del No– roeste; ni con ningun otr o puebl o europeo. Y de cons iguiente, señor M ell a, reivin dicamos el derecho ;i segu ir no pareciéndonos mas que á nosotros mismo~ . Sobre nuestr o nombr e, verdadera – mente nacio nal de V ASC OS, no necesi tamos nin gun otro geo– gráfi co ni políti co. Con ese nombre éramos ya conoc idos cuando aun no había España , ni Francia, ni Inglaterra, ni Rusia: con ese nombre nos conoce hoy todo el mund o, y nos estima rnüs con ese nombre que con cualq ui er otro . <3J Suiza no es un ejemp lo en contra de nuest ra teoría nacionali st.1, porque Suiza no es una nación, más que para qu ienes tengan in– terés en seguir confundiendo los conceptos de «nació n • y ~Esta– do». Suiza es una Conf ederació n de dos (ó si se quiere, tres) dis– tintas naci ont1lidades que por razones histór icas espedali simas conv ini eron en convivir bajo esa for ma de libr e Confederación que (ll En todas las nacio11aliliarl('~ l'i;:oro,a n11' 111t• ~arnc·lo¡·izacln, so· nh~,·n·a ,·I mismo r~n(,m<·no.Uo ejcm1>lo <le~I snn lns •pruf,·do, , ,·,c~ti\>a~ utrih11íd11, ~ Tt1· 1mis Rymour d~ Er rildo 1111 (,i~Jo Xl/1 1. E1111·,· 11,i,u1r,,_ le,, \'11,ro,, 11d,·111i" ,,,, ,,.~ 1,,. ycudas aiton;:;ca"' (que no fll\ 1 ro11 pura í11ia~irnwiou il•· ('hnhol, ,·xisll 1 n Jas 110,t.·r· 1rn~ ·~,roft•cias.. dt .. )lcwla tn, i11~¡,i1n,tas JH'II" 1·1mismo l''1,iri1.u. (~) E.~ de lodn juslicin ad11•rlir ~iu ,·111h11r;:o. c¡11,• 1,,s ,·ic,j,wo s y 1111:1 ¡,an, • di, los olto·cu·1tyo11escs (uunr¡uc no llc·1·an ,•11 l:1fü·I1111lida,l ,1 110111hn· ,t,· 1 :,l ,•s1 s.,11111·i· ;:iunl'i1111('llte l'a~co,, como lo prud•a s11 i•·i,·11ic·1111•111c la ,·o¡,iusa 1'c,¡,011i111i" ·11sc·:1 ,i.. ~us c~rnu rcns. (/ll Bx1wrirn cia al alcn nc~ el~ cual,¡uic·ra qur 111o•d11 .,h,wrrn r C'I 1·1111c,'pt,i •111•• IHSdil'ersas gentes mc1·ccc11 en Ami·l'it¡L NI Filipiun~, cu Iu¡:ltfürrn , cu·.

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