BCC001022-2-30p7d0000000000000410

- 10 - ¿No vé el se1ior Mella que la nación y la nacionalidad son ló– gicamen te é históriramente eanteriores , al establecimiento de to– ua t:sa jerarquia, de toda esa orga nizaci ón ascendente? Claro es que lo vé el señor Mella pero no lo quiere decir, porque esta conf esión contradirl a esencialmente á toda su teoría. Por e!-o se desliza ti tolltt 71risa, y pasa como por sobre ascuas por el punto este tan importante, tan transc endental, del ascenso del concepto de •región al de •nación ; pero aqui estamos nosotros para obli– garle á detenerse en este punto algo müs de lo que él quisiera. V. Nuesfra docfrinD acerca de la •nación. Las regiones unidas ent re si por los vinculos morales y socia– l es que establecen la ra:;c¿ (comunidad de remoto origen étnico, y de caracteres ;mtropoló~icos tr :insmisibles por herencia), el idin11," propio, el carácter, las costumbres, la semejanza de instituci ones primoruiales y el sent imient o de comunidad de destinos, forman 1111:1 sola 11oció ,. distinta de l;i que forman entre si l.1s regiones que no tengan con aquéllas estos vínculos . 11, Todas las naciones deben ser til.>1·11s, due1ias, por tanto, de constituirse en uno 6 varios Estados t'tulc¡x: ,,tic,il<'s ó en una Federación de Estados int erdependie ntes, pero indc1, cwlientc esta Federación respecto tle otros E--tados. La nación es, pues, anterior y superior, en el orden de l2s ideas y eu el de los hechos, al Estado, porque éste no es más que la organización político-social cuyo sujeto es aquélla. Se sigue de aqui que, lej os de dc)rwmaf'sc la nación para que se adapte él Estado, es éste quien debe acomodarse al modo de ser de l:.i nación, como se adapta un vestido al cuerpo que lo lleva. De aqui también el error y el grave daño que se siguen de someter las naci ones á Estados extra-naci,•na les, que no pueden dejar de ser por esto mismo antinacionales, porque tales Estados 110 aciertan jamás á cumplir, respect o de aquellas naciones los fi– nes propi0s de un Estado nacional. Este error y este daiio son fuentes inagotables de colisiones, de luchas, de revoluciones y de guerras. t i) S111'lc "P'Hh·r--,\ ú 1•-ctu lldiuiti11u ,·1 ta ,o •lt'Sui1.:,; ¡1,•1·0 P~h!t n... o no,., pn"· lrn1orio J,· nRdn, ni co111 rndicr c,111 l\·111 In, n1111•J 1·1·n•m,,, 111 trntar tic •El ,,rinci)'i~ 11·¡;i1,uoli,111 .r la uacivu.•

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz