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- 16 - nmor . La casa se beneficia de la enrrgia y del entusiasmo nu e,·o:-.Aunque propiedad d e uno, continúa sien,lo ele todos, y el hermano, maltratado por In. de,:gracia, se refugia para reponerse y cobrar ánimo, como el pes. ca<lor al puNto con su dcstroza<la. barquilla . Y cuando suena para los pa– dres la horn <le la muerte, ningún espíritu de codicia ú de curiosidad in– discreta act·cba sus últimas congojas, ni les proyecta. sobre la inadiación port cnto:-:a ele lo etemo, las sombras e,-pcsa:::clel mundo . Todo estú preve– nido y predsto ele :i.ntemano por una ley r¡ue todos conocen y acatan hace tiempo, asemejándose, d esde este punto de Yista, la tran:-;misión de 1,ienes clcl la.hrnclor mtts humilclP, :\ la d e la corona de un Ht,.y 1.l ) . ¿ Y ú t•ste cuskaldnn que ,·ive entre lobos y selrns más á gusto que entre homl,rcs; que ha co11\'ertido :\. H I \'ivi enda - á menudo pobrísima cho;m-en joya in est imal,Jc cuya trasmisión inccjlumc pro cura á través clú la¡; gcneracionef-, haciendo con\'crger :'.1 ese 0bjeb capila l, todos los csJucrzos del trabajo y todos los r ecursos de las leyes, haslrt el JJL1nto de que hoy c•xistcn cnsns que han ¡;obreviviclo :i. los asolamiento;; ele las gue– rras, y fL las m udanzas, mil Ycce¡; mús mortíferas, <le la socieua<l, siendo , por tanlo, verdaderas petrificaciones del tiempo;;'¡ ese em;kald un , tan in– <livi<lunlisln, tnn p ersonal, tan amn111e ele ¡;u «yo~ soberano, f:C le qu iere ap ris ionar con los h ierro:; del socia lismo y del colcct ivismo? }facer de el tm «compaiiero, matriculado bajo su número ele orden, lnsarl c ]a¡; horns del lmbnju, r ccompensá r¡;clo con bonos estampillados, suhsti luirle hi echeko-anr/rl!(( con quien comparte los derechos .v los deberes <le la sobe ra– nJn. doniéi,;tica por una hemb ra., mat ri cula.dn tamb ién, adsc rita il las fun – ciones anirn:il cs ele ln rcproducciún; privnr lc ele la ración de patern idad que Dios ni,;ignú :'t ca<l:t hombre pn.ra que mediante el la se ejercitai::e las más nobles ,·irlut.les y se l11cn1sen los más tiernos consuelos, n.rrebatin– tlolc los h ijos y s11mi(•ndoselo~ en la promiscuidn<l honcnth tlc 1n. sociali– zaci6n unive rsal? Esto no es posible, S1;i1ore5! .-'i.ntcs arranca rc'·is de cua j o el Gorbenl Entre el gr'nio ensknro y el soc ialismo m ed ia, repuls iún nbsolntn, é irr cdnct,ible . J\¡;i se explica qne los propngnntlistas, los fautores .,· los ·se· cunees d e e;,ns idea,:., oprob io de Bizkayn, sean lo: nd ,·encdiw;;, los nó– ma d as <le la inmigración servil. E:: -tn.es la, última invasión del ('xtran jcro que pa,drcemos . Y <le igual suerte que atentan ñ ln. pur cz,1, de nue1stra raza, y á ht íntt'gridad de nuestra füono;·.,ia. cn, -liz:1.con sus ol<-ndas do de– tritus étnico, mas:. hiLri<la ele Celtas !)nstardeados, ele Latinos cll'cn.dentes (ti 'L\lflu ln ¡,iuturn tlc ln couslílnción fnlllilinr nnborrn m,•dlontc los c~pitulnciouc~ ron.· •rlro o11!11l,•, ~sllí to111nda, snh ·o lij('rl ~imns modilkod<Jn~F de fo1mn, de In Jfrn11,ri« qu~ ~oLre In. u•<lili ,·,·,·i..n !, rnl ,lo :-s,,bnrr,1 escribió el \'OCn1 de l,1 <'omisión ele Códigos Uli respctl\Lole qrnfgo don _\u tvnlo ~oro les, !usi¡;nc juriscousnlto y orn<lor elo~11<:nli$in10 <¡uc, cu lns ¡,ritnerns Cortes de la Heslt\urndi'm d\'fontli6, ron ¡inlnurn dig1rn de mu ju,rn c:iu~n, los derechos del nnti¡;no Reino ncg ndo~ J•Or d ~cf1or t ':\nO\'HSdí.'l Ca~tillú .