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- 12 - sól0 cuadra. a los fuertes y valient <>s. El .iguila , el león, son animales r::oJilarios. Qnirn vive r::ólo, lleva dentro de sí el telar y los hilos que tejen la urclimlire de la propia ventura. Revela que esa Yentura proYiene de una sumn. de erno(:iones int ernas, y no de una yuxtaposición mecán ica rle sen– r:mciones.¿Creéis que J3cetbo\"en cuando componh Ja Her6ica se acordaba <ln las tertulias? Cuanto más yacío rst,\ el hombre, más necesit:i llenarse <le cxtc.:rioriclad0s. Lo~ gomoso:=, los snof,g, los..... no sé cómo se llaman ' encierran dent ro <lesi una sima in saciabk : la friYolidad . Y por fríYolos. corren tras de la <l ivcrs ión eterna, sin hallar otra ro~a sino el eterno has– tío. La riqtw7.a int erior no depende de la c:1ntidacl, sino de la calidad del cont enido; dos ó tr es ideas ó sent imi entos basta n, como se tengan <le ve– ra s. El :1mor :í. Dios, el n,mor á la famil ia, el amor al terrnilo r¡ue nutre, amasndo con el i'anto sudor del trnbajo . E::;(c e:; el i1wentario de 11uestros la bra,dor<·:- nn r<·íl<'jo de Jo infinito ~obre un monto ncito de polrn . Contad, ahorn,, Reiíorcs, 1:'ls cah<'7.asde gan:ulo en el aprisco, las gallinas en el co– rrnl, los ccrclos en la pocilga, los m:inznnos en el hu erto, las hicl'bas del prad o, los granos ele trigo ele la era; eonlncl las ropas, los ajuares, los aperos, los muebl es; llen:ul con todo ello, ¿cuánt o? m<'dia cun,rtilla ele p,tpel? y exclamad ensrg uida: ¡c1uégl'andes i"on esos homhl'es que Coll tan poco se cont cn lan! Erlwko-jcwrm ~sciior <le casa », es decir, «señor que procede» ó .:provie– ne, <lt> ei'ta tlclerminadn. cnsa, la cual se equipara á l:t cepa ó raíz de don– de arran cii ese tronco principal qu e es el jd e ele ln familia . Ef:.tn sencilla.. fras e que, no obstante su democrútica extensión, retiene cierto saborcillo cer()monio¡:;oy solemne, así como ele titulo <lo noble7.a,aunque reln.tivoal orden pmament c fami liar, es sumamente ini erernnt e, porqu e no,; sumi– ni¡:;trn un concepto sociológico, ó un n, nociún :=ociológicndel pu eblo eus– knklun . ·otn.d,!:ieiiores,qne no rn:nca la mera. relación de propiecbd , en– corncnd:uln. nl l"níijo a11, sino ln. <le in<ligennto ó rxtrncciún ko, C"Imismo qu e ~e rn;a para significar que un individuo es natmal de este pu chlo ó de n.qnelln.comarca.. De hecho, ni el 1J1·l,rl.-ojm 111 es ¡:;iempr e du eño ú p1opieta– rio de 1a ca:=n 'flle hnbita, ni aunqu l' Jo SC'n. e:= siempre o\'inndo tl P C'lla; de hecho (1 rnr nudo resulta, etirnol<>gicn,m<'nte hn.l.1!:indo, inad ecuado N :C' ape– la.ti \'O al su,i<-loque lo ostenln . Pero id eológicamente , hi n<lccunción es perkeln . Porqu e lo dominante y prirn.li\ ·o t1e l.i noción ('s que l'l hombr e, lafalllilia. y la cas:t constituyen nnn. nnillad. El ko mar ca, un dn culo ele nnLmn.lC'iln., t'S tkcir, perpétuo; el en m:1rc: irin.un dn culo j urí dico, es decir, c:tediw . l~l indh·idn o es cr utro de 1m dobl e círculo moral y mat erial quc se com1wnelran : de la familin y de l•• casn.. Y es <·señN » j(llcn, dl'l1Lrodel cirC'nlo,es decir, cabe7.nlle un organismo, aun que elemental, perfecto en su génC'ro, el ilataciún, mC'j or dicho, 1 rn.scenck ntaliznri ón del element o cen– trnl único . n e c.·slnsuerte, el indi\'i :lnnlismo eu¡:;J.:aro,tan "if!oroso y n.cen– tu:Hlo, ni de C('rcn, ni ele lejo:; se parece al rctomis1110 moderno.

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